Acompaña2

El Acompañante Terapéutico acompaña al paciente en su día a día, ayudándolo a mejorar su calidad de vida, y detectando las dificultades que vayan surgiendo.El Acompañante Terapéutico o AT, es un agente auxiliar dentro del campo de la  salud mental resocializador, que trabaja dentro de un Equipo Terapéutico, integrándolo  y que instrumentando medios psicológicos colabora en la continuidad de los tratamientos, ubicándose en un lugar diferente, una posición de mediador y “Amigo Calificado” apuntando a sostener empáticamente al acompañado y a su entorno familiar.Como se puede ver, el rol del AT es bastante indiferenciado al Terapeuta, es una alternativa de atención y una alternativa a la internación psiquiátrica.Este Agente de Salud mental trabaja con agentes patológicos, y actúa de mediador entre la familia y también media con el Equipo Terapéutico.Una de las características principales es el desarrollo de la empatía por parte del Acompañante Terapéutico, dado que la falta de la misma puede conllevar a la depresión, angustia y otros malestares en el paciente, generando rechazo no sólo ante la presencia del AT sino también al tratamiento.También es esencial entender a la familia desde sus propias discapacidades funcionales, trastornos  y patologías. La familia no siempre acompaña en el tratamiento, muchas veces ocasiona molestias. Es elemental que el AT no genere su propio rechazo a esta situación, que no critique a sus miembros, ni juzgue sus actitudes, deberá utilizar todos los medios posibles para cambiar o minimizar cualquier riesgo que afecte a su buen desempeño de las tareas. Si se lograse que la familia entienda la necesidad de su buena predisposición y su inminente ayuda aún mejor.Para que el tratamiento resulte efectivo el Acompañante Terapéutico deberá seguir las pautas establecidas por el Equipo Terapéutico del cual forma parte. Tendrá en cuenta que es un agente de cambio que estimula las potencialidades del paciente para que el mismo pueda mejorar su calidad de vida a pesar de las dificultades.Es por eso que podemos decir que sus funciones fundamentales constan en sociabilizar, sostener, acompañar y recuperar al paciente en su vida diaria. Estas tareas pueden desarrollarse en diferentes ámbitos dependiendo del acompañado, estos pueden ser domiciliario, o sea en su casa y dentro de su entorno familiar cercano, o bien institucional, o sea en un establecimiento perteneciente al ámbito de la salud mental. Su función y su rol dependerán de donde desempeñe su tarea.